Hubo otros carradines (dos, tres, incluso más) con anterioridad, aunque eran los mismos cuatro amigos que son hoy: A, N, R y X. Todo comenzó en 1985, cuando se olisquearon en la facultad de periodismo de la Autònoma de Barcelona. Algunos de ellos tocaban la guitarra y escribían canciones. Otros decidieron tratar de aprender. Otros se entusiasmaron y ofrecieron su criterio. Los más se sumaron a la fiesta porque precisamente la fiesta era el motor de todo lo que sucedió entonces. Eran los ochenta.

Salieron y tocaron.

Eran Los Mentirosos: junto a JJ Gallur, David Demestres, Xavi Hoyos, incluso César Zendaia, N compuso canciones, tocó la guitarra y cantó. X tocó el bajo. R se sumó un tiempo más tarde para cantar y tocar la harmónica.

Eran Marta y Las Grifos: junto a Marta Castro, Ernesto y Xavi Castillón, A tocó la guitarra y meneó su flequillo. Unos años después, A se unió a Los Mentirosos.

Lo pasaron bien. Tocaron, grabaron, viajaron y tocaron, hasta que surgieron las diferencias de criterio. Fue cuando A, N, R y X formaron Los Carradine. Era 1989.

Aquí se presentan algunas de las canciones que Los Carradine grabaron a mediados de la década de 1990. Exhibirlas hoy no tiene otra justificación que el puro placer de hacerlo. Son canciones que ya no volverán, que muy poca gente escuchó en su día, por lo que no hay ninguna razón para no enseñarlas a los oídos curiosos. No hay más.

Otra consideración: son canciones que forman parte de un momento determinado en nuestras vidas. Hubo otros momentos, por lo que ahora toma forma lo dicho en el segundo párrafo. Hubo otros carradines, hubo otras etapas y otros referentes, hubo punk de garaje con corbatas de amebas y 16 canciones en 15 minutos, hubo pop con acústicas y melódica, hubo rocanrol punzante, hubo indie pop ingenuo y fiero. Fueron todos ellos proyectos, bandazos, ideas, puede que juegos, giros que fracasaron en la estúpida tarea de grangearse seguidores y conseguir más conciertos. Hubo inconstancia y dudas, deserciones y regresos, disputas y complicidad.

Y hubo muchísimas otras canciones, puesto que A y N son compositores prolíficos, puesto que R y X se apuntaron siempre al bombardeo hasta que, allá por 1997, quizá fuera 1998, se acabó lo que se daba. Los Carradine terminaron allí. Hasta que los ánimos renacieron unos cinco años después.

Aquí ponemos solamente alguna de esas canciones, quizá las que, en sus limitaciones, exhiben cierta calidad de sonido. Como dice R, eran los 90. Cualquier tribunal aceptaría eso como atenuante.